Nuevamente Pozuelo de Alarcón aparece como la ciudad más rica de España por renta neta media anual de hogares, según el ranking elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que toma como fuente las declaraciones tributarias del IRPF presentadas por los contribuyentes españoles en 2013. Y lo hace con una suficiencia del 20% más que la segunda ciudad: 70.298 euros de Pozuelo frente a 56.164 euros de Majadahonda.

La realidad que se vislumbra en una primera lectura es que, en nuestro municipio, residen numerosas familias acomodadas y ejecutivos y profesionales que, cada mañana, se desplazan a trabajar a la capital. Sin embargo, en Ciudadanos pensamos que esa es una lectura miope porque según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), el coeficiente Gini de Pozuelo, que mide la desigualdad de la renta local, está en 0,59 (siendo cero la perfecta igualdad y uno la perfecta desigualdad), el valor más alto de los municipios y ciudades de toda España en desigualdad, después del municipio de Alcobendas que, junto con La Moraleja, se eleva al 0,64.

Por tanto, si alguien piensa que el pueblo más rico de España es también el que más se acerca a la perfecta igualdad de las rentas de sus vecinos, está muy equivocado porque, ciertamente, existen tres Pozuelos distintos: el acomodado con rentas millonarias que, siendo el menos numeroso (no más del 2% de la población), es el verdadero responsable que Pozuelo mantenga esa posición de municipio más rico de España; el segundo Pozuelo, muy significativo por cantidad, está integrado por ejecutivos y profesionales acomodados de clase media-media y media-alta que residen en áreas residenciales y en las principales arterias comerciales del municipio; y el tercer Pozuelo, el más numeroso, lo integran familias y trabajadores de clase media-baja y baja, residentes básicamente, del centro urbano y barrio de la Estación, que encuentran muchas dificultades para llegar a fin de mes.

El segundo y tercer Pozuelo, sobre todo éste último, son realidades que apenas cuentan en el ranking publicado por el INE, que no se aprecian desde fuera pero que, sin embargo, son realidades que cohesionan la vida social de Pozuelo, son realidades que, con sus impuestos, hacen bello y agradable nuestro municipio, son realidades que, con el consumo que realizan, enriquecen la vida comercial de Pozuelo y hacen posible la ebullición económica que vive nuestro municipio. Son esos dos Pozuelos los que merecen principalmente la atención del Ayuntamiento.

La visión y aceptación de estas realidades que suponen la existencia de tres Pozuelos diversos por parte de los responsables que marcan la tendencia política del Consistorio, resultaría esencial para realizar la mejor gestión y administración de los dineros públicos. Diversidad de rentas familiares, diversidad de razones por las que vivir en Pozuelo y hasta diversidad étnica por la existencia de bolsas de colectivos de inmigrantes, son diversidades que caracterizan a nuestra población y que es necesario tener en cuenta a la hora de marcar la tendencia política más justa.

Porque la falta de esa visión por parte de los responsables políticos de las áreas municipales, producen situaciones injustas difícil de entender. Por ejemplo, no puede ser que aspectos como la vigilancia policial en grandes áreas residenciales del primer Pozuelo, perjudique la gestión del tráfico en horas punta de entradas y salidas de colegios, por la falta de agentes policiales destinados al primer cometido. No puede ser que un incentivo a la natalidad como el cheque bebé, sea casi universal y tenga tan sólo una diferencia de 500 euros entre una familia pobre y otra rica. No puede ser que líneas de autobuses periféricas hagan recorridos extensos por zonas residenciales del primer Pozuelo, apenas transitadas, perjudicando los tiempos y las frecuencias de uso en áreas del segundo y tercer Pozuelo alejadas del centro urbano.

No puede ser que las universidades radicadas en Pozuelo vivan al margen del municipio y que los estudiantes tengan que buscar, por el alto precio y la falta de residencias para estudiantes universitarios, acomodo residencial en otros municipios del entorno. No puede ser que teniendo asignados siete millones de euros del Plan Prisma, hayamos utilizado después de ocho años, apenas tres millones. No puede ser que los vecinos de Pozuelo estén pagando una tasa de alcantarillado lineal, para todos igual, impuesta en 2008 por necesidades financieras del Consistorio y ahora que los balances están saneados, con superávits repetidos en los últimos tres años, deuda cerca de cero y la existencia de un depósito bancario que supera los 25 millones de euros, el equipo de gobierno del Ayuntamiento se niegue a derogarla.

Y no puede ser que el Partido Popular que gobierna este Ayuntamiento desde tiempos inmemoriales, se niegue a rebajar impuestos, como el IBI y de vehículos a motor y la partida de inversiones en el presupuesto de 2016 sea meramente testimonial. ¿Por qué ese afán de presentar superávits como si fueran un éxito y amasar dinero público en los bancos, cuando lo que pide el ciudadano es pagar menos impuestos? Los tres Pozuelos se perfilan claramente entre tanta negativa, siendo los más perjudicados los ciudadanos del segundo y tercer Pozuelo. ¿Hasta cuándo el equipo de gobierno va a seguir desplegando políticas municipales tan desiguales para la diversidad de población que tenemos?

 

Miguel Angel Berzal, Portavoz Grupo Municipal Ciudadanos

 

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