Van casi dos meses de estado de alarma y desde entonces, nos hemos visto obligados a afrontar nuevos retos y recuperar costumbres abandonadas.

Hemos aceptado una nueva forma vivir -confinados-, nos hemos adaptado a una nueva forma laboral -el teletrabajo-, hemos interiorizado una manera distinta de adquirir productos y reservar servicios -por internet- y entre otras cosas, hemos descubierto que nuestros grandes olvidados eran nuestros amigos, familiares y vecinos, siempre relegados por encontrarnos ocupados o indisponibles.

Están siendo tiempos duros, y aún queda mucho por pasar. Hemos perdido más de 26.000 personas, se han contabilizado cerca de 225.000 casos de infectados y aunque el número de recuperados es cada vez mayor, la batalla contra este virus sigue en todo su auge porque aún no sabemos con evidencias quién presenta un cuadro de infección asintomático -gente con una tos leve, que no se sienta enferma, pero que puede contagiar a otros-, y quién está sano del todo.

Y precisamente esta falta de resultados empíricos es lo que está provocando más rompecabezas a las autoridades. Se plantean dudas trascendentes: ¿Es el momento de iniciar el desconfinamiento? ¿Estamos preparados sanitariamente para un posible rebrote? ¿Cuánto tiempo podemos estar con las fábricas, empresas y comercios con servicios mínimos o con ocupación restringida?

Ocho semanas sirven para reflexionar. A estas alturas, ya no admite debate que el Gobierno declaró tarde el estado de alarma y, por consiguiente, el confinamiento. Muchos se arrepienten ahora de no haber sido más analíticos tras la cancelación del Mobile World Congress de Barcelona por miedo a que se propagara el Coronavirus y no habernos preguntado por qué las empresas tecnológicas, la mayoría de ellas asiáticas, habían tomado tan categórica decisión.

¿Estamos preparados sanitariamente para un posible rebrote? ¿Cuánto tiempo podemos estar con las fábricas, empresas y comercios con servicios mínimos o con ocupación restringida?

Sin certezas sanitarias contra el contagio, ¿cómo afrontaremos la recuperación económica? Por ahora, y a la espera de tests y diagnósticos rápidos que certifiquen que no estamos contagiados y que podemos recuperar nuestros hábitos vitales, aunque sea en parte, la vía está siendo mantener las garantías salariales de los trabajadores y desahogar temporalmente a las empresas de los costes laborales por medio de los Expedientes de Regulación Temporales de Empleo.

Desde el principio de esta crisis, en Ciudadanos hemos defendido esta vía de urgencia como solución para evitar un descalabro económico aún más grave. Los ERTEs han conseguido mantener los contratos indefinidos de muchos españoles y ha liberado a miles de empresas que, sin producir por el estado de alarma, habrían estado avocadas al cierre.

El gobierno de coalición pretendía instaurar un falso debate vinculando la continuidad de este mecanismo al Estado de Alarma, nosotros hemos demostrado que no es así, que los ERTEs pueden continuar de forma independiente. Esta es una de las condiciones que hemos logrado arrancar a cambio de apoyar una cuarta prórroga de este mecanismo constitucional.

Pero no debemos dejar que el ruido mediático nos confunda. Ciudadanos no ha cambiado su postura, nuestro sentido de la responsabilidad nos ha llevado a votar favorablemente la solicitud del Estado de Alarma y sus extensiones. Son otras formaciones políticas las que deben explicar por qué pasan del sí a la abstención o del voto positivo al voto negativo.

En Pozuelo, a lo largo de esta crisis hemos tendido nuestra mano hacia el gobierno, por ese mismo sentido de la responsabilidad. Hemos hecho una oposición leal evitando la crítica cuando no tocaba. Sin embargo, el Partido Popular sigue leyendo la política como si nada hubiese pasado, en un mundo binario de amigos y enemigos. La búsqueda de consenso que ha mostrado el Sr. Martínez Almeida, por dar un ejemplo, ha brillado por su ausencia en nuestra villa.

Ahora más que nunca, el bienestar de los pozueleros debe ser la prioridad para todas las fuerzas políticas.

En Ciudadanos vamos a seguir siendo proactivos y vamos a exigir que el gobierno ejecute medidas que ayuden a los vecinos. Ahora más que nunca, el bienestar de los pozueleros debe ser la prioridad para todas las fuerzas políticas. Somos conscientes de nuestro deber y nuestra responsabilidad, máxime cuando la alternativa para el gobierno de nuestra ciudad pasa por pactar con Vox, cuya mayor preocupación en esta crisis pasa por modificar a la baja el impuesto que se cobra a las transacciones patrimoniales por donación. De sanidad y recuperación económica, nada.

Hay otra forma de hacer las cosas, los éxitos de Madrid, Andalucía, Murcia y Castilla y León así lo demuestran. Nosotros trabajaremos para facilitar el entendimiento y la colaboración de todas las fuerzas políticas especialmente en estos momentos difíciles. Esperamos que aquellos que tienen la responsabilidad de gobierno y de dar certezas a los ciudadanos, sepan estar a la altura de las circunstancias.

 

Damián Macías
Concejal Portavoz de Cs Pozuelo