Este año ha estado marcado por la irrupción de la pandemia de la Covid-19 y sus efectos sobre nuestra salud y nuestra economía. En Ciudadanos hemos intentado ser útiles desde el primer momento, bien apoyando al gobierno municipal en los peores momentos de tan repentina adversidad, o implicándonos directamente en la labor de búsqueda de material sanitario, terriblemente escaso durante las primeras semanas de confinamiento.
En aquella labor nos implicamos los concejales y también muchos afiliados de nuestro partido, dispuestos a invertir el tiempo y las inventivas que fuesen necesarias para hacer llegar equipos de protección a todos aquellos que estuvieran en primera línea de batalla y a toda persona o institución que lo necesitara.
Durante las semanas más duras del confinamiento nos dedicamos a recabar y estudiar ideas que ayudaran a aliviar los efectos más graves de la pandemia. De este trabajo emanaron dos baterías de propuestas que entregamos al equipo de gobierno, mostrándonos a disposición de la alcaldesa en lo que nos pudiera necesitar y tratando en todo momento de ejercer nuestra labor de oposición leal y constructiva. Lealtad que lamentamos decir que no ha sido recíproca ni entonces, ni ahora.
Sin embargo, aunque parezca muy lejano, hubo un tiempo anterior a la pandemia con problemas que no debemos olvidar. Nuestro año político comenzó en la Cabaña con la propuesta y subsiguiente aprobación de una moción muy necesaria para los vecinos de esa histórica colonia de Pozuelo, incluyendo aspectos clave como la movilidad, la mejora de la seguridad en la zona y las actividades para nuestros mayores, lamentablemente suspendidas por la aparición del Coronavirus.
Sabemos que el enorme paréntesis del confinamiento ha generado retraso en toda acción de gobierno, pero los problemas de la Cabaña continúan vigentes y seguiremos presionando para que se cumpla el texto íntegro de aquella moción.
Una vez finalizado lo peor de la primera ola, nuestra actividad política se basó en la generación de ideas y propuestas que ayudaran a aliviar la carga que la Covid-19 había impuesto sobre nuestros vecinos y concentrar todos los esfuerzos en la labor de prevención ante la segunda ola, que, como predijeron los expertos, nos sacudió con virulencia después del verano.
Nuestra labor en la segunda mitad del año ha estado enfocada en lidiar con los efectos económicos de la pandemia, proponiendo, mes tras mes, medidas para ayudar los a comerciantes y hosteleros de nuestro municipio, que tan mal lo están pasando con esta situación.
Hemos propuesto ayudas para adaptar las terrazas de bares, cafeterías y restaurantes ante la llegada del frío, también hemos pedido que se permita a nuestros pequeños empresarios aparcar en zona verde como residentes para aliviar sus gastos y diseñamos un programa de cupones descuento para incentivar el consumo local, programa que el Partido Popular tumbó con su voto negativo y que posteriormente ha anunciado a bombo y platillo.
Esta ni siquiera fue la primera vez que el gobierno se apropió ingratamente de una propuesta de Ciudadanos; ya había sucedido con el comité de expertos que propusimos antes del verano y que la alcaldesa anunció solo para después dejarlo morir, sin transparencia sobre sus deliberaciones ni resultado concreto alguno.
Por último, terminamos el 2020 con una moción para ayudar a las farmacias, que logramos sacar adelante en el Pleno y que permitirá, si el gobierno cumple su palabra, la creación de plazas de aparcamiento específicas para los usuarios de estas oficinas en nuestro municipio.
No quiero concluir este balance sin agradecer a todos aquellos que estuvieron en primera línea dando la batalla durante las semanas más aciagas del confinamiento, cuando miles de personas se debatían entre la vida y la muerte. A vosotros os estaremos eternamente en deuda.