Este domingo, la rotonda más transitada de Pozuelo, donde confluyen la Avenida de Europa y la calle Carretera de Húmera, ha sido testigo de un hecho insólito de quien detenta un cargo institucional de relevancia en la Asamblea de Madrid y además, es Presidenta del Partido Popular de Pozuelo. Me refiero a Paloma Adrados, quien hecha un basilisco y con aires de sheriff de Pozuelo, se dirigió a la carpa que Ciudadanos tenía instalada en una de las esquinas de la rotonda, para exigir a mis compañeros que levantaran la vistosa carpa naranja porque ese punto estaba reservado para la escuálida carpa del PP.

Su semblante descompuesto y su aversión desmedida hacia los interlocutores presentes en la carpa de Ciudadanos, unido a la amenaza de denunciar al responsable, nuestro Concejal Raúl González Andino, hacían del cuadro una visión esperpéntica, impropia de una política que ejerce diariamente su trabajo en el recinto más sagrado de la convivencia democrática, ésa que respeta profundamente la dignidad e igualdad de todas las personas con un alto grado de tolerancia y de respeto a los demás.

Siendo la Presidenta de la Asamblea de Madrid y antigua regidora de nuestro municipio, ¿cómo explica su airada reacción? ¿Qué bicho le ha picado a la Sra. Adrados para tratar de esa forma a los rivales políticos? ¿Por qué reclama la autoridad de los agentes municipales como elemento de fuerza para el desalojo del lugar? ¿Es que acaso la Sra. Adrados sigue pensando que es Alcaldesa y eso le da derecho a destemplanzas de épocas pasadas?

Tendrá que explicarnos Paloma Adrados el motivo de su desaforada sobreactuación en este desdichado abuso de poder. Y no sólo explicaciones le exigimos a ella, también exigimos disculpas al Partido Popular de Pozuelo y su firme propósito de bloquear entre sus afiliados y simpatizantes, todo intento de que vuelva a ocurrir un episodio de abuso de poder como éste.

 

Miguel Ángel Berzal, Portavoz Grupo Municipal Ciudadanos

 

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