Tenemos por delante un horizonte de oportunidades e ilusión que debe servir para relanzar nuestro proyecto común español, pasar definitivamente la página del bipartidismo y sus componendas con el nacionalismo y llevar a cabo las reformas que nuestro país necesita.
El mejor camino para hacerlo es más liberalismo, más patriotismo y más proyecto de futuro. En sintonía con esa España mayoritaria que no quiere bandos ni sectarismos, sino unión; esa España que no quiere privilegios para nadie, sino solidaridad entre compatriotas. Que quiere que su nación permanezca unida precisamente porque esa es la forma de garantizar la igualdad.
Los españoles no se merecen presidentes del Gobierno dispuesto a humillarse y a humillarnos ante los separatistas cada vez que necesiten su apoyo.
Tenemos grandes retos y a la vez grandes oportunidades por delante. Urge un pacto nacional por la educación que solvente las graves carencias del sistema y otro de lucha contra la corrupción para eliminar privilegios políticos, despolitizar los reguladores, garantizar la independencia de la Justicia o cambiar el sistema electoral. Necesitamos un nuevo mercado laboral para introducir un modelo que permita crear empleo de calidad, erradicar la temporalidad y tener unas pensiones dignas. Hay que fomentar la natalidad y la conciliación para garantizar el futuro de España, así como seguir trabajando por la igualdad real y combatir la brecha salarial, entre otras importantes cuestiones.
Tenemos que liderar a los demócratas en la batalla global contra nacionalismos y populismos, recuperar protagonismo en Europa y reforzar sus valores, y acompañar la defensa de los derechos humanos y la libertad en América Latina
Los desafíos son muy grandes y no hay tiempo que perder. Frente a partidos que prefieren reabrir continuamente debates del pasado emerge la España de los libres e iguales que mira al futuro, y que quiere que el país aborde unido los desafíos del siglo XXI, reconstruyendo los puentes entre constitucionalistas.
Primero, debemos garantizar la igualdad entre españoles. Los sucesivos gobiernos bipartidistas han confundido descentralización con fragmentación, poniendo en jaque la igualdad.
En segundo lugar, hay que regenerar la vida pública para que los españoles vuelvan a depositar toda su confianza en sus instituciones.
Estoy convencido, como citaba en mi última intervención en el Pleno Municipal, de que estamos en un momento de apertura, que afectará también al Gobierno en Pozuelo de Alarcón tras 36 años de mayorías absolutas y gobiernos absolutistas del Partido Popular, para que, por fin en mayo, nuestra ciudad pueda dar el salto adelante que merece.
Adolfo Moreno Fraile. Portavoz Grupo Municipal Ciudadanos