Bien arrepentida se sentirá la Concejala de Hacienda y Contratación, Dña. Isabel Pita, por la estruendosa risa que soltó en el Pleno Extraordinario celebrado el pasado 21 de abril, en el que se debatía la Ordenanza Fiscal Reguladora de la Tasa por prestación del Servicio de Alcantarillado cuando, al final de mi intervención, le pedí que sin más demoras presentase la dimisión por la deplorable gestión de esta tasa que ha venido realizando desde su incorporación, como Concejala de Hacienda, a este Ayuntamiento en 2011.

Y debe estar arrepentida la Sra. Pita porque quedó retratada su impotencia por la cruda realidad de las cuentas municipales que desmienten sus aseveraciones y su desprecio hacia los representantes políticos del principal partido de la oposición. Pero lo más grave fue que quedó retratada su soledad, al no verse alentada por ningún miembro de su grupo municipal. Tan solo la Alcaldesa acompañó su estertórea risa con una leve sonrisa de compromiso.

Recordemos que el proyecto de acuerdo que hemos propuesto en el Pleno Extraordinario y que ha sido denegado por el rodillo del Partido Popular, pretendía modificar la Ordenanza, dejar sin efecto el articulado que impide que la recaudación sea ajustada al coste del servicio e iniciar de oficio la devolución de los ingresos indebidos a los titulares de los contratos con el Canal de Isabel II, así como todas las cantidades ingresadas al Ayuntamiento desde 2008, si se aprecia que exceden del coste del servicio prestado (mantenimiento e inversión), más los intereses de demora correspondientes.

Su impotencia quedó retratada porque si algo le sobraba a mi discurso fue argumentación jurídica, contable y sobre todo, política. Jurídicamente, la argumentación expuesta no tiene vuelta de hoja: el Ayuntamiento ha recaudado, presuntamente, de más, desde la implantación de la tasa, en contra de lo dispuesto en el Artículo 24.2 de la Ley Reguladora de Haciendas Locales. Contablemente, mi argumentación concretaba la diferencia entre ingresos cobrados por la tasa y gastos pagados por el servicio, cifra que se va a los 5,3 millones de euros entre 2009 y 2014 (2008 no ha podido ser revisado porque no figura en la web del ayuntamiento y 2015 aún no está liquidado).

Y Políticamente, las razones que expuse son numerosas, con preguntas como ¿qué política pública hacen ustedes en la mejora del saneamiento? ¿Conoce usted Sra. Pita, cuál es el caótico estado de la red de saneamiento de la Avenida Europa? ¿Está en su programa mejorarlo? ¿Usted contribuye aquí? El tema no es tanto vivir como contribuir. Lo que planteamos es que el coste del servicio de saneamiento sea equitativo con el tipo de gasto que el ciudadano hace del agua que envía a la red de saneamiento. Por tanto, la Ordenanza debe fijar precios en función de la naturaleza y no un totum revolutum con una tarifa fija en el consumo de agua.

También su desprecio quedó retratado con la propia risotada, porque no entendía que alguien como yo, un recién llegado a la política, le dijera a ella que tenía que dimitir por su pésima gestión. No contenta con no hacer aprecio, se permitió dirigir un desprecio sonoro con su risa. El desprecio ya venía de antes, porque la respuesta escrita dada a la pregunta presentada por Ciudadanos que pretendía esclarecer la diferencia entre lo pagado y lo cobrado por la tasa desde 2008 a 2015, evita la comparación entre ingresos y gastos porque sólo expone las cifras de ingresos, no así las de gastos. ¿Éste es el grado de transparencia que desea la Concejala de Hacienda y Contratación?

Y por último, su soledad quedó retratada al comprobar todos los presentes que la risotada de la Sra. Pita no fue seguida por ningún miembro de su grupo. ¡Qué tristeza, Isabel! Tan feliz que te prometías tu paso por este Pleno Extraordinario y lo triste que lo dejaste, sin besos de felicitación ni declaraciones de ánimo. La política tiene ese doble rasero: si tus argumentos convencen te felicitan y si no convences, te ignoran. La falta de aliento de sus compañeros indica para la Sra. Pita dos cosas: que la Concejalía y el Órgano de Gestión Tributaria han sido pillados in fraganti porque, efectivamente, están cobrando más de lo que deben y que la lucha de poder en el PP de Pozuelo no beneficia precisamente a su persona.

 

Miguel Ángel Berzal, Portavoz Grupo Municipal Ciudadanos

 

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